sábado, 29 de enero de 2011

El patchwork es para mí hasta un modo de vida, forma parte de mi rutina y de mis pensamientos diarios, es algo que me atrapa y que me hace alejarme por un momento del estrés y sobre todo es un gran apoyo en los días malos.

Es increíble como relaja, ahora por fin puedo entender a los fumadores y su adicción, porque yo también soy adicta, pero a las puntadas diarias, a pensar una idea y plasmarla en tela, a crear cosas que nunca me habría imaginado que pudiera hacer por mí misma; y me encanta.

No sabéis la sensación que es es terminar una labor con la que llevas mucho tiempo trabajando, o regalar algo de lo que has hecho y que la gente se maraville con ello.

Yo voy a clases de patchwork desde mayo (con parón veraniego) y aunque soy la mas joven del grupo me lo paso pipa con mis compañeras y aprendo un motón de ellas.

Empecé cosiendo "a festón" (en un próximo comentario os explico cómo se hace) y el jueves en mi próxima clase aprenderé a hacer log cabin, estoy entusiasmada. Intentaré hacer un tutorial sobre cómo hacer unos baberos con esta técnica aprovechando que los voy a hacer para aprender yo.

Por hoy poco más os puedo decir.

Hasta pronto

No hay comentarios: