El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en las mujeres tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, representa el 16% de todos los cánceres femeninos.
La OMS promueve el control del cáncer de mama en el marco de los
programas nacionales de lucha contra el cáncer, integrándolo en la
prevención y el control de las enfermedades no transmisibles
La detección precoz a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia de
los casos de cáncer de mama sigue siendo la piedra angular de la lucha
contra este cáncer. El control integral del cáncer abarca la prevención, la
detección precoz, el diagnóstico y tratamiento, la rehabilitación y los
cuidados paliativos.
Las tasas de supervivencia del cáncer mamario varían mucho en todo
el mundo, desde el 80% o más en América del Norte, Suecia y Japón,
pasando por un 60% aproximadamente en los países de ingresos medios,
hasta cifras inferiores al 40% en los países de ingresos bajos. La bajas tasas de supervivencia observadas en los países
poco desarrollados pueden explicarse principalmente por la falta de
programas de detección precoz, que hace que un alto porcentaje de
mujeres acudan al médico con la enfermedad ya muy avanzada, pero también
por la falta de servicios adecuados de diagnóstico y tratamiento.
La sensibilización del público en general sobre el problema del
cáncer de mama y los mecanismos de control, así como la promoción de
políticas y programas adecuados, son estrategias fundamentales para el
control poblacional del cáncer de mama.
Prevención
El control de factores de riesgo específicos modificables, así
como una prevención integrada eficaz de las enfermedades no
transmisibles que promueva los alimentos saludables, la actividad física
y el control del consumo de alcohol, el sobrepeso y la obesidad,
podrían llegar a tener un efecto de reducción de la incidencia de cáncer
de mama a largo plazo.
Detección precoz
Aunque se puede lograr cierta reducción del riesgo mediante
medidas de prevención, esas estrategias no pueden eliminar la mayoría de
los cánceres de mama que se registran en los países de ingresos bajos y
medios. Así pues, la detección precoz con vistas a mejorar el
pronóstico y la supervivencia del cáncer de mama sigue siendo la piedra
angular del control de este tipo de cáncer (Anderson et al., 2008).
Los cinco pasos de la autoexploración de mamas
Paso 1: párate frente a un espejo con los hombros rectos y los brazos junto a la cadera y mírate las mamas.
Esto es lo que debes encontrar:
- mamas de tamaño, forma y color normales
- mamas bien formadas, que no presentan deformaciones ni inflamaciones visibles
Si notas alguna de las siguientes alteraciones, informa a tu médico:
- formación de hoyuelos, arrugas o bultos en la piel
- cambio de posición de un pezón o pezón invertido (está metido hacia adentro en lugar de sobresalir)
- enrojecimiento, dolor, sarpullido o inflamación
Paso 2: ahora, levanta los brazos y fíjate si ves las mismas alteraciones.
Paso 3: cuando estés frente al espejo, fíjate si te
sale líquido de uno o ambos pezones (puede ser transparente, lechoso o
amarillento, o sangre).
Paso 4: luego, acuéstate y pálpate las mamas con las
manos invertidas, es decir, la mama izquierda con la mano derecha y
viceversa. Procura utilizar un tacto firme y pausado con las yemas de
los dedos, manteniendo los dedos rectos y juntos. El movimiento debe ser
circular, del tamaño de una moneda aproximadamente.
Controla la mama completa de arriba a abajo y de lado a lado:
desde la clavícula hasta la parte superior del abdomen, y desde la axila
hasta el escote.
Sigue algún tipo de patrón para asegurarte de cubrir la mama entera.
Puedes empezar con el pezón y avanzar en círculos cada vez mayores hasta
llegar al borde exterior de la mama. También puedes mover los dedos
verticalmente, hacia arriba y hacia abajo, como si estuvieras cortando
el césped. Este movimiento ascendente y descendente suele ser el más
utilizado por las mujeres. Asegúrate de palpar todo el tejido mamario,
tanto en la parte delantera como en la parte trasera: para palpar la
piel y el tejido superficiales, ejerce una leve presión; para llegar al
tejido ubicado en la parte media de las mamas, una presión moderada, y
para el tejido profundo, una presión firme. Al llegar al tejido
profundo, tienes que poder sentir la caja torácica.
Paso 5: finalmente, pálpate las mamas estando de pie o
sentada. Muchas mujeres dicen que la mejor forma de palparse las mamas
es cuando la piel se encuentra mojada y resbaladiza, de modo que
prefieren realizar este paso en la ducha. Controla la mama completa con
los mismos movimientos que se describen en el paso 4.